Con la llegada del frío nos preocupamos por caldear nuestra casa de la forma más económica y eficiente. Con la subida de la luz y de energías como el gasoil, la gente busca nuevas alternativas que puedan resultar mejores para disfrutar de un cálido invierno dentro del hogar. Aquí es en donde entran las estufas de pellets.
Una estufa de pellet es una gran alternativa a la hora de generar calor, y además es una idea natural y con una gran eficiencia, por lo que no se malgasta energía. Esta forma de calentar la casa se ha convertido en una de las más populares, por lo que son muchas las personas que ya han integrado una de estas estufas en el hogar.
Las estufas de pellets utilizan como energía la biomasa. Esta es una fuente de energía renovable procedente de residuos orgánicos recogidos en la naturaleza, sin que se realice la poda o la tala de árboles, por lo que es una idea bastante ecológica que no daña al medio ambiente. El combustible es totalmente natural.
Para su instalación se requiere una ventilación frontal superior, y se debe poner en una zona amplia donde el calor pueda expandirse al resto del hogar. Necesita también una toma de enchufe de 220V, con un consumo reducido, y una zona de salido de humos con 80 mm de diámetro.
Los pellets vienen en envases de 15 kilos, que duran bastante. El chasis no se calienta, y no hay riesgo alguno, por lo que es una idea bastante segura, no como las calderas tradicionales de leña. Además, es un compartimento estanco de alto rendimiento, pues usa el calor residual del humo para poder generar más energía y calor, aprovechando los pellets al máximo.
Otra de las ventajas de la estufa de pellets es que gracias a su popularidad hay muchos modelos diferentes para adaptarlos fácilmente al hogar. Diseños modernos o más tradicionales para integrarlos en el hogar.